viernes, 11 de diciembre de 2009

Dancing with Myself


Eran las 8 y algo creo. Había llegado a casa, después de un día común y corriente, la semana aún no había terminado, pero sí había tenido suficiente vida como para… hacer un break. Jueves.. Bendito día. No tiene un sabor especial? En fin. Como decía, eran las 8 y algo, y yo ya me encontraba en casa, sin ningún plan que me retara a volver a salir por aquella puerta. Era muy temprano para irme a dormir y aunque estaba bastante cansada, vi que aquél día todavía contaba con varias horas como para vivirlas dormida. Así que desafié a mi pajerosidad crónica con un bueeeeen baño de inmersión. MMMM rico…

Aunque me rompió bastante las bolas debo reconocer, llenar la bañadera, poner el tapón, regular el agua, prender el hornito, llevarme los puchos, el cenicero, la copita de vino, el minicomponente… y ni te cuento lo que significó después ver que tenía que volver a poner todo en su lugar…. Pero bueno, engañé a la Aspen con un CD de ACDC, sí, nada de melocotón, ni pradera verde, ni mundo de ensueños. No, esta vez el momento requería otro tipo de sensación. Y así, zafando de quedar electrocutada al buscar repetir ese tema que tanto me gusta, me encontré disfrutando de un bueeen momento.

Y de repente caí en la cuenta que había convertido a un posible tiempo muerto, en un momento alucinante, donde me encontraba yo, conmigo, en mi casa , en mi baño, con mi música, con mi tiempo, haciendo con él, lo que se me cantaban las tetas (sí, bolas no tengo..), y además, pasándola genial!!!! Y es ahí, justo en esos precisos momentos, cuando tu energía muta, tu actitud es compleeeetamente distinta, te sentís en la cima del mundo, con un poder sobrenatural, y encima cuando te das cuenta que para sentirte así, no precisaste más que “Un baño de inmersión”, caes en la cuenta de que sos un reverendo/a boludo/a! Que te vivís preocupando y haciendo problemas que tienen el tamaño de un moco! Y que a veces, no necesitás de tanto como pensás, simplemente, para sentirte bien.

Pará, no digo que ahora vas, te metes en la bañadera y se te solucionan todos tus problemas, pero al menos por un rato, te los olvidaste! Y encima en un momento que no tenías nada que hacer! Lo que digo es que hacer algo distinto, en aquellos tiempos muertos, o al pedo, como prefieras llamarlos, llevan inevitablemente a sentirte bien. Lo mío fue un baño de inmersión, no sé, vos llevate un libro a un café, andá a ver un amigo que no ves nunca, volvete caminando en vez de tomarte el subte, sentate en un bar y tomate una cerveza, o comprate un vino y hacete una buena picada, si tenés bici, andate a dar una vuelta! No digo que lo hagas todos los días, pero de vez en cuando, es suficiente..

El tema está en buscar algo que te saque del aburrimiento que te genera hacer lo mismo de siempre, y entonces cuando estés solo, aburrido , y con tiempo al pedo, en vez de pensar “estoy solo, aburrido y con tiempo al pedo” , vas a decir “mmm, podría ir hasta el video, alquilarme una peli, y matarme con ¼ de helado de banana split y dulce de leche granizado en la cama ”.

Encontrar placer en realizar cosas con uno mismo, es un gran descubrimiento, que a mi me lo dio el hecho de cambiar mi ducha diaria por un baño de inmersión. Seguramente si en vez de bajarme la peli por la computadora, me voy a verla al cine, también la voy a pasar mucho mejor… o no?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, a veces con tan poco no podemos sentir tan bien.. me encanto! Diego

Anónimo dijo...

ajajaaj tremendo el final!!!!...... SI CUAL ES??? tengo las bolas para ir solo al cine, al final es algo diferente no??

Anónimo dijo...

Lo admito:...tengo los ovarios para vivir sola, los ovarios para robarle un beso a un flaco, los ovarios para irme de vacaciones sola al sur....PERO AUN NO TENGO LOS OVARIOS PARA IR AL CINE SOLA!!!!

(aun...ya tomaré coraje...)
GIFO

Anónimo dijo...

genial!! eso se llama ..."ponerse de novia con la Vida"
Encontrarse bien con uno mismo, desarrolla la autoconfianza

A. M. dijo...

Ir al cine sola es un placer que practico asiduamente. Pero para alguna gente, es deprimente, como lo es para mí comer sola en un restaurante. Y hay gente a la que eso le encanta.
Es cuestión de encontrar las cosas que nos causan placer al hacerlas sol@s.