martes, 10 de noviembre de 2009

Las Expensas, $300. Salir en bolas de la Ducha a tu cuarto, no tiene precio.

Domingo. 10 de la noche. Como una vez más, no cociné, ni hice las compras, y dejé la escoba en el rincón de penitencia, me puse a lavar la ropa a modo de limpiar aunque sea el remordimiento de no haber hecho una goma en todo el fin de semana.
Mientras escurría la segunda sábana, pues el centrifugado, no me funciona, me puse a pensar. ¿Qué carajo estoy haciendo??? Cuándo fue la última vez que mi vieja me lavó la ropa y la primera que yo compré jabón en polvo?!
Es cierto que las expresiones de “cómo pasa el tiempo“, “te acordás de cuándo“, y “cómo me gustaría volver“ , son muy usuales en el ser humano, pero los parámetros en los que solía medirlos, lejos estaban de los de cuánta vida útil tiene un churraso en el freezer, y si el Cif líquido además de hacer milagros en el baño, servía para hacer otro en una cacerola con grasa pegada.

Incluso ahondé más allá de la cuestión hogareña, y recordé hasta por ejemplo, cuando mi vieja me daba plata para salir. La Cepita, las vainillas y el Nesquik, y los riquímos e infaltables postrecitos Shimy, crecían naturalmente en la alacena de mi casa. Mamá tengo hambre!, eran las 3 palabras mágicas que me daban el poder suficiente para que mi deseo se volviera... un plato de pastas. Sí bueno, tampoco mi vieja es Maru Botana.. Pero wow no? Digo.. Hay un día en que vivir en una casa cuesta lo mismo que respirar, y otro día te levantás, no tenés toallas limpias para bañarte, y encima tenés que poner otra en el piso pues cuando salís de la ducha, se moja y descubrís que sólo, no se seca.
El plato que usaste después de comer tu salchica con puré, la cacerola, los cubiertos, y el vaso se te cagan de risa en la pileta diciéndote “jaaaa boluda! ME TENÉS QUE VOLVER A LAVAAAR!”
Tus antojos de la 1 de la mañana por algo dulce los tenés que engañar con un pucho pues tu heladera pasó de ser tu héroe, a ser tu peor enemiga. Tu cama nunca está hecha, la ropa no levita de la silla al placard, y como si esto fuera poco, las cuentas no se pagan solas! Es como una gran cadena de sucesos que van aconteciendo solos, uno por uno, y lamento comunicarles, que es un viaje sin retorno.

Y como si fuera poco, cual efecto dominó, va afectando todo lo que te rodea. Tus amistades por ejemplo. Tu casa se convierte en el punto de reunión. Antes soñabas con este momento, pero de repente “¿Dónde nos juntamos?” se convierte en la frase más temida por tu persona. Ya ni querés salir por miedo a que la previa sea en tu casa, lo que implica ordenar tu caos para que el mismo luego se transforme en Kosovo! Si no zafás, y te disponés a relajarte y disfrutar vas a ver que es imposible! Empezás a ver cosas que antes no veías y pareciera que nadie más ve, como por ejemplo si los ceniceros están colapsados, si entonces la ceniza va a parar a la maceta, si se cayó una papita al piso , si tu amiga se limpió las manos en el mantel, abrís las ventanas por el olor a pucho, pasás por el baño a tirar la cadena que quedó goteando, pero parece que sos la única que te das cuenta. Ni hablar que todo lo que necesitan, te lo piden a vos, “tenés un vasito? “dónde saco una cucharita?” “tenés otro plato?“ (A todo esto vos hace 2 horas que estás parada porque te garcaron todas las sillas, gracias que te quedó una taza para servirte el culo de la botella, y comes la pizza en servilleta porque los cubiertos obvio ya están todos usados (Ah, y seguís parada)…). La gran pregunta gran, más temida qué rogás no aparezca, pero sabés que tarde o temprano va a llegar es: “Che, no tenés algo dulce para comer?” Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!


Y así, tus preocupaciones van mutando, y son deplorables... Si tenés suerte, después tus amigas están en la misma situación y te reeeee entienden, y por ende, no te sentís tan patética cuando les decís el sábado que no podes ir a tomar mate a su casa porque estás haciendo"limpieza general", o que el lunes en Disco tenés un 20 % de descuento en lácteos, y que el magistral es más caro pero le jurás que rinde mucho más! Y sin darte cuenta toda una conversación de un encuentro puede basarse en lo rico que te salió el pollo con papas al horno, la ensalada ceasar que podés hacer con las sobras, y de si es mejor “hacer la compra grande” o ir “al chino“. Ahora me vuelvo a preguntar, desde cuándo cambiamos el "hija de puta, que buen vestido te compraste ah, viste que lindos los individuales que me compré? Claro, al principio estás tan enamorada de tu casa , que hasta dejás los shopping para irte al mercado de frutos y gastarte 80 pesos en un bonzai, un cenicero hindú, y unas cortinas romanas que hagan juego con los almohadones de casa foa.
Pero al tiempito, y no mucho después, las vidrieras vuelven a hacerse visibles, la ropa, a ponerse de moda, los zapatos a tener efecto hipnosis, y tu abstinencia pronta a encontrarse en el borde de la locura. Entonces te auto convences de que no trabajás todo el día para no poder comprarte nada, y te terminás comprando la cartera, pero con una culpa de la puta madre que te parió!!!!! Y lo que no hacías nunca: Terminás diciéndole a todos “Pero estaba en liquidación!!!”.

Y ahí pasó. Odiás tu casa. Fue todo un engaño. Otra ilusión mentirosa, que encuentra a tu fantasía de vivir sola como un momento de felicidad, a ser un monstruo inescrupuloso que va apoderándose de tu vida.

Y bueno, sí. No es tan fácil ni tan perfecto, pero es un precio que hoy vuelvo a elegir pagar, pues vivir sola, también tiene su lado bueno...






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mamu!!! por favor, quiero un posteo sobre las ventajas de la vida solitaria! tales como el placer de caminar en bolas del baño a la cocina porque te olvidaste de subir el calefón, de cuando te cagas de risa al cerrar la ducha y comprobar que no te agarraste una toalla ni toallón ni nada, o de lo hermoso que es no tener que gritar EL AGUA!!! cuando te estás bañando y alguien abre una canilla en la cocina....

Las cosas no se hacen solas....pero por ahora aprovecha y disfrutá, porque las haces para vos misma....imaginate cuando tengas chicos, marido y hasta perro!!!

Sos Grosa...con G mayúscula!
Besote

GIFUS

Anónimo dijo...

Lu, Buenísimo y ttl mente de acuerdo con vos, podemos patalear, podemos putear, podemos escribir tantas cosas... pero la conclusión final y muy bien expresada es el titulo de tu reflexión: "Las expensas, $300, salir en bolas de la ducha a tu cuarto, no tiene precio" TE FELICITO!! bss / Diego