A las 9,15 am abro un ojo. A las 9,30 abro el otro. 9,45 me doy vuelta, y a las 10 y monedas apago el despertador. Y me levanto finalmente. Desayuno café con leche, y si el hambre despertó antes que mi pereza, me obliga a hacer tostadas con manteca y dulce de leche. Me visto, me lavo los dientes, si tengo ganas me pinto, sino, solo me peino. A veces..
Y ahí está. Se prende el cerebro. Será por haber sido el último en despertarse que saca ventaja ante la voluntad, y comienza su rutina de dar vueltas sin parar.
Vivimos en la era de la Relatividad, bajo el Principio de la Incertidumbre, sobre el amparo de la Nada, y la Búsqueda del Todo. Ja! Una joda bárbara! “Pienso, luego existo” dijo Descartes, coronando a la Duda como el Origen del Conocimiento. Pero pareciera que a veces, ella abusa de su poder de Reina, y se vuelve autoritaria. Y entonces, su gobierno deja de ser democrático y ante cualquier signo de Certeza, se encarga de llevarla al banquillo para cuestionarla una vez más. “Pienso, luego existo” vuelve a decir. Pienso luego existo.. Pienso luego existo.. ¿No puedo existir un rato simplemente sin pensar?
No pretendo desterrar la duda, ni tampoco deportar al pensamiento, solo quiero aprender a vivir con ellos, o que ellos simplemente aprendan a apagarse de vez en cuando, y nos dejen disfrutar… Disfrutar de las cosas que nos pasan, vivirlas plenamente cuando son, encontrar el placer en lo que hoy es y tenemos, aceptar las sorpresas, y si son buenas, dejarlas ser. Permitirnos a veces simplemente no saber, y estar cómodos con ello.. Aunque sea por un rato.. Pues somos seres humanos, y queramos o no, nos vamos a equivocar una y otra y otra vez.. Y angustiarnos por tiempos inexistentes, poco sentido tiene.
Esta escena pertenece a una de las mejores películas de Woody Allen, y a la mejor que vi en mi vida. Está en inglés, sorry, no la encontré subtitulada, pero si tienen la posibilidad de verla, sería un crimen que no lo hagan.
2 comentarios:
Lu... ¿Te preguntaste de dónde nacen esas dudas? ¿Esos pensamientos? Intentando no generalizar demasiado, ellos salen del miedo... Claro que soltarse a a las cosas, simplemente aplicar un "laissez faire, laissez passer" a nuestra vida, a nuestra cotidianeidad es mucho más sencillo y siempre debería serlo, que soportar las consecuencias del miedo que nos impide hacerlo, sin contar el irrecuperable tiempo perdido. Pero la mayor parte del tiempo, es tan difícil verlo... que sólo con el tiempo nos damos cuenta. Y como vos citas a Descartes, yo encuentro la respuesta en otro filósofo, y es que ése miedo es inherente a nosotros, porque, como sentenció Aristóteles, "el hombre es por naturaleza un animal social", entonces cada una de nuestras acciones, inacciones, decisiones, etc. antes de llevarlas a cabo, nos provocan ese miedo, inherente a saber que todo lo que hagamos, no hagamos, elijamos, estará marcado también por un otro, con quien inevitablemente nos relacionaremos, fuere el ámbito que fuere. Ahora bien, si logramos entender que ese miedo es al reverendísimo pedo, ya que NUNCA sabremos de antemano qué puede pensar o hacer el otro, entonces sí, vamos a SER y HACER sin atarnos a las dudas y pensamientos que nacen de ése PUTÍSIMO MIEDO.
los "pensamientos automáticos" son inevitables ,pero SI se pueden modificar sus contenidos ,si estos sólo son imagenes o ideas de preocupación y/o miedos.El trabajo consiste en analizar la verosimili tud de los mismos .En general descubriremos que son presunciones erróneas ,que provienen de un modo equivocado de valorar nuestra realidad.
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