Hoy me escapé a Lujan con la intención de escribir, y una vez más comprobé que prescindiendo de este ciberespacio, no puedo hacer una goma. Y la verdad me enculé.
Hasta ahora me creía adicta al cigarrillo, a la Coca Cola, y a algún otro placer que un ser humano normal puede tener, pero ahora me pregunto yo, ¿en qué momento dormí tanto que no me di cuenta el momento en que aquella tecnología se volvió también una adicción, y se apoderó de mi vida y libertad sin escrúpulos? Sin contar cómo la misma también se consagró dueña de mediar mis relaciones, administrar mis estados anímicos, y quedarse con voces, abrazos, y besos, que serían mucho más lindos si llegaran a destino en lugar de convertirse en “emoticons” en el camino.
Y no me gusta loco, no me gusta un carajo. Me cansé de mirar una pantalla cada vez que “hablo” con una amiga, escribir te quiero en lugar de decirlo, mandar un beso en vez de darlo. Y la verdad tiemblo de pensar que el día de mañana, mi marido desde el cuarto me mande un zumbido desde su blackberry para decirme “che gorda tengo hambre” mientras yo me estoy bañando. (Y que se quede con hambre porque al margen de todo, yo no pienso cocinar….) Y es que no me extrañaría, cuando hoy la comunicación en un gran porcentaje se basa en esta garompa virtual.
También me pudrí de escribir para el traste, abreviando hasta una palabra como “que” por “q“. Claaaaaaaaro, para qué vas a escribirla como es debido si podés hacerte entender escribiendo mucho menos? Naaa, no te fatigues de más…..
Adueñarme de los acentos decidiendo por ellos el momento de ser, y así contar cada vez más con un vocabulario tan pobre y acortado como el que empleamos, atrofiando así nuestro léxico y ni hablar de nuestro cerebro…. Es que nos volvemos estúpidos! Ahora ya no decís, “me contó, le dije”. Olvidaaaaaate!!! Ahora es: “Me puso, y entonces yo le puse..” Hasta no hace mucho, esas expresiones solía utilizarlas para algo mucho más divertido..
Me cansé del “tas”, “q hacés?” “q tal?”. LLAMAME LOCOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!
Me acuerdo cuando mi vieja me decía “Luciana cortáaaaaaaaaaaaaaaa!!”.Claro antes para encontrarte tenían que llamarte a tu casa sí o sí, mantenías una conversación con la otra persona, ahora hasta para salir te mandan un mensaje en el Facebook con la invitación para una fiesta. Claro y la boluda otra vez, como está OUT, se entera de dicho evento cuando llega el lunes a la oficina. Ah y encima ves las fotos de la fiesta que te perdiste. Fotos que ni empedo alguna vez verás en un porta retratos, o en un álbum, Naaa , olvidate ahora toda tu vida está en la web.
Y así hoy vivimos relacionándonos a través de una máquina, evitando el diálogo, aislándonos cada vez más, enmudeciendo nuestra voz, y después nos preguntamos porqué nos cuesta tanto relacionarnos… les queda alguna duda??????? A ver sinceramente, cuántas veces llamás a tu amiga para ver cómo está, y cuántas se lo preguntás por el chat? Claro, ahora encima si conocés a alguien, le pedís el celular, pero te pregunto otra vez, ¿cuántas veces lo llamás para hablar o invitarla a salir, y cuántas veces lo hacés por un mensajito de texto? Y después te acostumbrás, te adaptás a este circo, donde tus palabras no salen de la boca, tu risa no se escucha, y terminás creando una relación mediada por un aparato, y ni siquiera uno interesante.
Saben qué? Me tiene harta!!! No sé, pero a mi me gustaba mucho más cuando me llamaban por teléfono, cuando no existía ni el msn, ni el mensajito, ni el face, ni nada. Estaré chapada a la antigua, pero las cosas eran mucho más simples, menos enrolladas, y por sobre todas las cosas, verdaderas.
Hoy llegué a la teoría que para encontrar una relación real, habría que empezar por dejar la virtualidad de lado. Y si eso significa que estoy OUT, bueno estoy OUT y qué???!!!
No sé cuántas puertas deberé atravesar para salir de la comodidad del aislamiento virtual, pero buscaré regresar a la manera arcaica, que será retrógrada, anticuada, pero al fin y al cabo, al menos a mi, me llena mucho más.